jueves, 15 de septiembre de 2011

LA EVALUACION: AMBITO DE LA SUBJETIVIDAD Y DE LA EXPERIENCIA







Aquí los sujetos no son posicionados como objetos silenciosos, sino como sujetos parlantes; no como objetos examinados, sino como sujeto confesantes; no en relación a una verdad sobre sí mismos que les es impuesta desde afuera, sino en relación a una verdad sobre sí mismo que ellos mismo deben contribuir activamente a producir”
Jorge Larrosa

Plantear a los estudiantes como sujetos de educación nos lleva a mirar lo que hacen, lo que dicen y producen; es decir, dar valor a la actividad y las relaciones pedagógicas:

  • Actividad de los estudiantes con sus compañeros
  • Actividad de los estudiante en los espacios de aprendizaje
  • Actividad del estudiante en la  tutoría

Evaluar es dar  valor a la comunicación, a la actividad, a la producción.

“El crecimiento en madurez e independencia, necesario para el crecimiento en libertad, depende de la participación activa más que de una recepción puramente pasiva. El camino hacia está participación activa incluye estudio personal, oportunidad para el descubrimiento y creatividad personal, oportunidades para el descubrimiento y la creatividad personal y una actitud de reflexión” (Características de la educación de la Compañía de Jesús No.45)


·         Paradigma experiencia – reflexión – acción (Pedagogía ignaciana, un planteamiento práctico 1993)

“El maestro creará las condiciones y las oportunidades para el estudiante pueda llevar a cabo una continua interrelación  de experiencia – reflexión – acción” (27). Este paradigma proporciona a través de múltiples caminos respuestas muy adecuadas a los problemas educativos a los que nos enfrentar y posee la capacidad intrínseca de avanzar más allá de lo meramente teórico (30).

Plantea el Paradigma ignaciano (31) que si se introduce  la reflexión como dinámica cambia el modelo primitivo de comunicación donde la información se transmitía y el conocimiento se trasladaba de profesor a alumno; a cambio el profesor pedía al estudiante al acción de demostrar que había asimilado lo que se le había comunicado (31)

Por tanto:
• Se  propone una sesión inicial, donde se buscará la actividad – reflexión, la identificación de la intencionalidad formativa, los problemas relevantes de la asignatura.
• A cambio de una comunicación esporádica (telefónica o email) profesor – estudiante, se propondrá un acompañamiento permanente que permita “la interacción del alumno con la experiencia” que produce su asignatura: experiencia de sentido, experiencia de formación, (31). Este acompañamiento permanente se hará a través del blogs.
• A cambio del examen final participará en un trabajo colectivo, de producción, de acción - reflexión.
Entonces tendremos acción, interacción, reflexión.

  • Evaluación como aplicación de los sentidos

La aplicación de los sentidos” es llamada en la Pedagogía ignaciana EXPERIENCIA (42), hacer gustar las cosas conociendo hecho, conceptos y principios. Con la experiencia entra no sólo el entendimiento, sino también la imaginación y la afectividad.  

A la reflexión sobre la experiencia producida en los espacios académicos va dirigida la evaluación.

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